Rebeca Anijovich aborda los dilemas de la evaluación en educación, destacando la importancia de considerar la diversidad de los estudiantes y la necesidad de una evaluación formativa que trascienda la mera calificación. Se enfatiza la evaluación como un proceso continuo y participativo que promueve el aprendizaje y la autonomía del estudiante, adaptándose a las realidades post-pandemia.