Después de tres años en coma, Gu Jing despierta y enfrenta la amnesia y el PTSD. A medida que intenta recordar su pasado y su conexión con la policía, se revela que su condición puede ser una bendición disfrazada, permitiéndole superar su trauma. Su deseo de convertirse en policía refleja su determinación de enfrentar el futuro.