La rehabilitación tras una reconstrucción de ACL se basa en 10 etapas funcionales, priorizando criterios objetivos sobre tiempos arbitrarios. Estas etapas incluyen desde caminar y sentadillas hasta movimientos específicos de deporte, evaluando fuerza, rango de movimiento y control. La rehabilitación es un proceso individualizado que requiere tiempo y esfuerzo para un retorno seguro a la actividad.