El experimento de Tuskegee fue un estudio racista que duró 40 años, donde 600 hombres afroamericanos con sífilis fueron engañados y sometidos a tratamientos ineficaces. A pesar de que se conocían tratamientos efectivos, se les negó la atención médica. Este caso dejó profundas desconfianzas en el sistema de salud estadounidense.