Japón está desafiando la dominancia de los autos eléctricos, promoviendo avances en motores de combustión y tecnologías híbridas. Alianzas entre marcas como Honda, Nissan y Toyota buscan ofrecer alternativas sostenibles y accesibles. Mientras tanto, Nissan enfrenta una crisis interna, luchando por recuperar su imagen y adaptarse a un mercado en evolución.